«Perro
de caza sobre y bajo tierra. Grupo 4.
El Dachshund alemán,
también llamado Dackel o Teckel, ha sido conocido desde la Edad Media. Se llevaron
a cabo constantes cruces con sabuesos para obtener perros especialmente aptos para
la caza bajo tierra. De estos perros de extremidades cortas, el Teckel se
impuso y fue reconocido como una de las razas más útiles y polivalentes de
perros cazadores. También tiene excelentes logros en la superficie, ladrando
sin flaquear en el rastro, buscando y siguiendo presas heridas. El Club más
antiguo dedicado a la crianza del Teckel es el “Deutsche Teckelklub e.V”
fundado en 1888. Durante décadas el Teckel ha sido criado en tres tamaños
(Teckel, Teckel Miniatura, y Teckel para la caza del conejo) y en tres
diferentes variedades de pelo (pelo corto, pelo duro, pelo largo).
De estructura baja,
con extremidades cortas, cuerpo alargado pero compacto y con fuerte
musculatura. La cabeza es llevada con desenvoltura y orgullo; la expresión es
astuta. Por naturaleza
amigable, ni miedoso ni agresivo, con un temperamento equilibrado. Perro de
caza apasionado, perseverante, ágil y de olfato fino.
TAMAÑO / PESO:
Teckel: Perímetro
torácico mayor de
35 cm. Peso
máximo aproximadamente 9 Kg.
Teckel miniatura:
Perímetro torácico entre 30 y 35 cm., a la edad mínima de 15 meses.
Teckel para la caza
del conejo: Perímetro torácico menor de 30 cm., a la edad mínima de 15 meses.»
Y esto es lo que nos
cuenta Pilar García, apasionada del Keeshond,
Samoyedo y Teckel:
«Me resulta difícil
describir en pocas líneas a este pequeño gran perro, aunque tiene fama de ser
cabezota, difícil de adiestrar, con carácter fuerte, pendenciero, incompatible
con otros perros... después de 23 años conviviendo con teckels enanos (zwerg) y
miniatura (kaninchen) de pelo duro, definiría a esta raza como un perro
valiente, decidido, sinvergüenza, guardián, descarado, temerario, sin límites.
Un teckel es un perro
polivalente, que puede pasarse días enterrado debajo de una manta pegado a un
radiador, esto nos hace olvidar que fundamentalmente es un perro de caza, adecuado
para las más diversas artes (rastro, madriguera, cobro en agua...) aunque también
puede ser un excelente perro de compañía. Durante años la labor realizada por
el Teckel Club ha permitido que un Teckel equilibrado reúna ambas
características, puesto que no son incompatibles.
Un teckel no sirve para
todas las personas, aunque todas las personas valemos para ellos. Sienten
devoción por un único dueño, esto muchas veces le hace meterse en líos: es
capaz de pelear a muerte defendiendo las pertenencias de su amo, puede pasarse
horas sentado esperando a que el dueño recupere ya sea una mochila o una pieza
de caza, reaccionando ante la presencia de extraños (personas o animales) con
el mismo coraje y bravura que pueda mostrar ante un jabalí; su boca tiene una
gran potencia para un perro tan pequeño (3,5kg - 9kg).
No es un perro de defensa,
le faltan envergadura y cualidades, pero a un teckel se le olvida con
frecuencia que no hay enemigo grande.
Si algo destacaría de
estos perros es la perseverancia (confundida con cabezonería); puede pasarse
horas y días siguiendo un rastro o persiguiendo una minúscula lagartija, sobra
decir que muestra el mismo entusiasmo al intentar que compartas con él un bocadillo;
si te rindes a sus miradas, gemidos, saltos y caras ¡estás perdido!, es un gran
payaso y lo que es peor: ¡lo sabe!
En los últimos años es una
raza que se está poniendo de moda como perro de compañía, cuando me tropiezo
con ellos por la ciudad no puedo evitar sentir cierta pena al verlos vestidos
como si vivieran en Alaska, cogidos en brazos como si fueran perros frágiles, su
vida como perros de caza empieza y termina al final de una flexi de 2 metros...
y sólo pienso que si estos propietarios, siempre bienintencionados, les vieran
moverse en el monte con frío, lluvia o metro y medio de nieve tal vez les
permitieran vivir como lo que son: perro de caza. En la ciudad difícilmente
pueden ejercitar sus instintos, pero no necesitamos de grandes espacios para
que estos perros puedan trabajar su nariz y mantener ocupadas sus neuronas, algo
tan sencillo como esconder en un rincón de la casa un trocito de salchicha o una
chuche de bacon les mantendrá ocupados un buen rato.
Aunque no practico la caza,
sí les he permitido mantener y ejercitar sus instintos; no tengo un jardín, más
bien me rodea un campo de golf y no es raro que salga de madrugada a rescatar a
algún erizo despistado, por no hablar de la familia topo que hace años se mudó
a una urbanización más tranquila.
Algo que me ha quedado
claro estos años es que donde viven teckels no entra otro animalito de compañía
(tortugas, ratones, pajaritos, conejos...)
El teckel es un pequeño perro,
pequeño de tamaño, pero gigante respecto a su valor, su carácter, su
versatilidad, su resistencia, su lealtad.»
Nota:
Las fotografías que ilustran este artículo han sido cedidas por Pilar García,
que ha autorizado su publicación en este blog, y tienen todos los derechos
reservados.