Se acaba este año 2015 de celebraciones para Amigos del Perro, y es que aunque veinte años no se cumplen todos los días, al mismo tiempo son un soplido, no son nada, como dice el tango. Ha sido un año, fácil y difícil como todos, con pequeños éxitos y algún que otro chasco. Un año de premios, de fiestas, de aniversarios y ahora toca seguir peleando, continuar al pie del cañón, luchando contra la marea. Hace veinte años ¿dónde estábamos cada uno de nosotros? Yo desde luego, ni cerca ni lejos, sino peleándome con las hormonas en el Instituto, pero con todo no soy la que más ha cambiado, el vuelco más grande lo hemos dado entre todos, lo ha dado la sociedad. Aunque parezca inamovible como una gran roca, dos generaciones más tarde, parece que las cosas comienzan a funcionar. Digo esto, porque tengo grabadas en el cerebelo, las palabras de Lola, la presidenta de esta gran comunidad de vecinos denominada Amigos del Perro, quien en una conferencia, hace un par de años, dec...