Beneficios que les reporta a los animales la capacidad de distinguir colores:
La alimentación:
Las abejas y otros insectos que se nutren del néctar y polen de las flores, son atraídos principalmente por el color.
Muchas especies depredadoras pueden localizar sus presas por sus colores, como sucede con muchas mariposas, mayates (escarabajos) y otros insectos, que son cazados por diversas aves y reptiles.
Ciertas arañas de la familia Thomisidae, que tienen la propiedad de poder cambiar de color y adoptar la misma coloración de las flores, donde comúnmente se encuentran, permanecen quietas, sin moverse, esperando la llegada de un insecto consumidor de polen o néctar para atraparlo y comérselo.
El atractivo sexual:
Son bien conocidos los hermosos colores que ornamentan las plumas de muchas aves, las escamas de las alas de numerosas mariposas y una enorme variedad de otras estructuras de una gran cantidad de animales; esto es sobre todo notable en los machos de varias especies que, durante la época de la reproducción, hacen gala de estos colores frente a las hembras, con el fin de atraerlas y excitarlas sexualmente (el pavo real).
La defensa o protección del organismo:
El mismo fenómeno biológico de poder cambiar de color, imitando la coloración y aspecto del medio, puede tener otra finalidad que la de la alimentación, puede también ser utilizado como protección, para pasar inadvertidos frente a sus enemigos naturales, como sucede con ciertos crustáceos que adoptan la coloración del fondo, confundiéndose con él pasando inadvertidos por sus depredadores. A este fenómeno se le conoce con el nombre de mimetismo (de mimo o imitador), tratándose en este caso de un mimetismo críptico (que se oculta).
Artrópodos, insectos y algunos ácaros: secretan una sustancia tóxica o de sabor repugnante para protegerse de sus depredadores, los cuales generalmente lo escupen de inmediato al percibir el mal sabor; si llega a ingerirlo, puede suceder que pase por una serie de malestares tales que difícilmente olvide esta desagradable experiencia; en esta forma aprende a reconocer a dichos organismos nada apetitosos, respetándolos en el futuro. Esto se conoce como coloración de advertencia, descrita por el naturalista Alfred Wallace. Las aves asocian los dibujos brillantes al mal sabor, y al establecer esta relación se cuidan mucho de atacar a estos insectos.
Otra forma de protegerse es a través del mimetismo batesiano, en honor a su descubridor, el investigador inglés Henry W. Bates. Muchos seres inofensivos, como las mariposas, desarrollan un mecanismo de defensa consistente en imitar no sólo la coloración sino también la forma y el comportamiento de la especie de sabor desagradable, protegiéndose de sus depredadores comunes. Los científicos señalan a la especie de mal sabor como el modelo, y a la especie comestible como la imitadora o mimética.
Los herbívoros de color castaño son capaces de confundirse con las tonalidades de las llanuras en las que pastan, lo que les resulta muy beneficioso porque sus enemigos, como los leones y otros carnívoros, sólo alcanzan a percibir matices de gris. Sin embargo este efecto, llamado mimetismo cromático, también hace que un cuerpo sólido aparezca en relieve sobre el fondo por efecto de las sombras .
Una curiosa característica común a muchos animales es que tienen colores más oscuros en la parte superior que en la inferior. Esta propiedad se llama contrasombreado y fue explicada por un biólogo llamado Thayer. Según su teoría, la luz de la Tierra llega naturalmente de arriba, mientras que abajo hay sombras. La coloración del cuerpo del animal, se dispone de tal forma que las sombras desaparecen y el cuerpo se confunde con el fondo creando una forma plana. Los animales herbívoros lo logran mediante una graduación del color o con manchas que cambian en la parte inferior del cuerpo. También las rayas de las cebras y los dibujos de las jirafas producen contrasombreado cuando se observan en la distancia. Además, estos dibujos son disruptivos. El contraste del dibujo y los colores rompe la silueta y evita que se destaque toda la figura. Por eso, aunque un animal de coloración disruptiva es evidente fuera de su medio normal, puede quedar disimulado completamente en un fondo natural. Peces, serpientes y muchos pájaros se benefician de este tipo de coloración.
Visión de ultravioleta
La visión del ultravioleta (UV) ayuda a la supervivencia:
o En el reconocimiento entre individuos de una misma especie.
o En la parada nupcial.
o En la alimentación: las frutas, plantas y flores que reflejan UV crean formas atractivas de identificar.
o En la orientación: las radiaciones UV, altamente polarizadas, guían la migración de aves y peces en la naturaleza.
o En la predación: el camuflaje, donde el color de la piel o del plumaje se confunde con el entorno natural.
o En las profundidades de los océanos, 1.000 m bajo la superficie, donde los rayos del sol ya no penetran, los extraños y fascinantes animales que allí viven han desarrollado sus propios medios de iluminación: órganos que emiten luz verde sirven para guiar el camino y atrapar.
Todas las estructuras que conforman al ojo, como órgano principal de la visión, contribuyen con el proceso de la visión.
La visión varía según la especie animal: muchos poseen una magnífica visión; unos tan sólo distinguen un bulto; otros únicamente pueden percibir los cambios de intensidad de la luz y algunos son totalmente ciegos.
El número de conos y bastones en la retina determina el tipo de visión en las diferentes especies. Se necesitan al menos dos tipos de conos para ver colores.
La visión de un animal responde a sus necesidades; es un factor de supervivencia en el medio natural.
La capacidad de distinguir colores reporta beneficios a los animales, en la alimentación, atractivo sexual, defensa y protección.
Extracto de la monografía La visión y los animales, publicada en www.monografias.com.
Autores:
DMV Sonia del Risco Garcés MSc Profesora de Histología.
DMV Nelson Izquierdo Pérez PhD Profesor de Anatomía Patológica.
DMV Milagros Alonso de León Profesora de Histología.
Departamento de Morfofisiología de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad de Camagüey, CUBA.