Ir al contenido principal

CONSEJOS PARA PRESENTAR PERRO Y GATO II

Para leer el primer artículo de esta serie, pincha aquí.


Los primeros días deja el gato y el perro en habitaciones separadas para que se vayan acostumbrando a los olores, dejando que se huelan entre sí por debajo de la puerta de la habitación.
 
No hay que olvidar que los animales se identifican por sus olores: durante estos días, intercambia sus mantas y cojines, para que se vayan acostumbrando cada uno al olor del otro.

Para la primera presentación en persona, es mejor que el perro esté relajado, no estresado, suele ser una buena opción darle un paseo largo que lo canse, que haya comido bien, que siempre los tranquiliza. 

Tienes que sujetar a tu perro por la correa para controlar sus movimientos.

En cuanto a tu gato, tiene que tener acceso a sitios elevados que no se encuentren al alcance del perro, y también debes dejarle libertad para huir y esconderse si así lo desea. Deberías de cortar las uñas de tu gato antes de hacer las presentaciones, por si se asusta y decide atacar la nariz de tu perro, si se acercan demasiado para una primera vez y tu gato se siente agobiado.

Lo más normal es que tu gato pase mucho tiempo mirando al perro y acostumbrándose poco a poco a su olor (que ya conoce porque lo hemos previsto) y a su presencia. No se debe nunca forzar el contacto, este se dará progresivamente en la convivencia. Si el gato se siente obligado a estar junto al perro se puede obtener el resultado contrario al que buscamos, o sea que tu gato odie a tu perro y que tu perro solo lo vea como una presa o un juguete en movimiento. No podemos olvidar las naturalezas de los dos.

Si tu perro intenta correr hacia el gato, retenlo y corrígelo con un NO seco, no es necesario que le grites, y sobre todo tienes que estar muy muy tranquilo/a porque tu tranquilidad se transmitirá a ambos animales.

Si hace esto, no le acaricies, a veces tendemos a hacerlo para tranquilizarlo, pero el perro interpreta esta acción como un refuerzo positivo de que está haciendo las cosas bien, que es justo lo contrario de lo que buscamos.

Si el perro está muy focalizado en el gato, mirándolo fijamente, dale un toquecito con la rodilla para distraerlo y que cambie la mirada, para no resultar tan agresivo para el gato.

Siempre que tu perro se mantenga tranquilo y calmado, prémialo con una golosina o bien con caricias y voz suave. Si, por el contrario, se muestra ansioso, impulsivo y ves que puedes perder el control del mismo, retiralo a otra habitación cerrada, y dejalo unos minutos, hasta que esté calmado del todo y puedas volver a empezar.

Siempre que acabes los ejercicios de presentación, cada uno de ellos debe de estar en habitaciones separadas.

Hay que repetir varias veces el procedimiento de presentación, tanto varias veces al día como durante varios días. La pauta aproximada, aunque varía mucho dependiendo de cada animal, sería de tres a cuatro veces al día, durante tantos días como sean necesarios y aumentando, según se vean progresos, el tiempo de permanencia en común.

Aún así, no se puede olvidar que no es seguro al 100% que ambos puedan llevarse bien, no hay garantía, existen riesgos por lo que no dejes nunca solos a tu perro y a tu gato sin supervisión, porque aunque tengan buena relación puede que jugando pierdan el control y se llegue a consecuencias fatales.

Es muy importante que el gato se sienta muy seguro y que pueda huir a un espacio de confort, la cama debería estar siempre en un sitio alto al que no llegue el perro, y tendría que disponer de escondites donde tampoco pueda acceder el perro.

Hay que garantizar la seguridad de ambos para poder llegar a una convivencia en armonía, sin olvidar que hay casos en los que es imposible que convivan por sus diferentes caracteres por lo que deberemos organizarnos de manera diferente si nosotros queremos disfrutar de la compañía de ambos.


Lola Moreno
Educadora y entrenadora canina acreditada por la Consejería de Agroganadería del Principado de Asturias

Presidenta de la Fundación Amigos del Perro




Entradas populares de este blog

Los osos del parque San Francisco: Petra y Perico

La verdad es que esta entrada bien podría haberla titulado cómo hemos cambiado , pero mejor, yo os cuento quiénes eran Petra y Perico, y ya vosotros si eso sacáis vuestras propias conclusiones. Básicamente para todos los que no somos de Oviedo, y probablemente para gran parte de los ovetenses nacidos a partir de 1976, Petra y Perico, son tan solo dos nombres anacrónicos. Connotaciones diferentes tienen para los que rozan la cincuentena, que son quienes conocen a los osos a los que me estoy refiriendo. Para el resto, profanos todos, os cuento: Allá por la mitad del siglo pasado, para ser más precisos en su ecuador, en el año 1950 un cazador en Somiedo mató a una osa. Parece ser que la osa cayó en un lazo y según las crónicas de la época el bestia del cazador, remató al animal palos, que ya hay que ser bárbaro… La matase como lo hiciera, aquella osa tenía dos esbardos , una hembra, que pasó a denominarse Petra y un macho, que durante su corta vida se llamaría Perico. Ambos osezn...

9 Curiosidades sobre gaviotas que quizás desconocieras

Siempre he pensado que el mundo sería indudablemente un lugar muy triste si no existiesen los pájaros y mi breve incursión en el mundo gaviotil no ha hecho más que reafirmarme en esta afirmación. Como estoy segura, o quiero pensar, que no soy la única a la que le apasionan los pajaruelos urbanos, voy a recolectar algunas de las anécdotas que más me han llamado la atención en un primer acercamiento a la fauna avícola urbana. Pido perdón por adelantado a biólogos y ornitólogos por lo superfluo de mi conocimiento pajaril. Empiezo como no podía ser de otra forma con las gaviotas porque Mariano ha hecho que mi visión de estas poderosas y hasta cierto punto peligrosas aves marinas haya cambiado. Gaviota Patiamarilla. Fuente:  SEO     Las gaviotas: Pueden beber agua salada y expulsarla en forma de lágrimas. ¿WTF? No pueden volar si no hay viento. La calma chicha como criptonita de gaviotas, ¿quién lo hubiera pensado? Pueden caminar sobre el agua gracias a...

Muezza: el origen de la adoración gatuna en Turquía

De entre todos los animales de la Tierra el gato era el preferido del Profeta Mahoma. De hecho, cuando predicaba, era común que lo hiciera portando algún felino en sus brazos. Se cree por tanto que el gato adquirió el don de caer siempre de pie como regalo del profeta al acariciarles el lomo. En la casa del profeta vivían varios felinos, pero la preferida era una gata llamada Muezza. Un día Mahoma se vestía para asistir a la oración matinal y al ir por su túnica descubrió a Muezza dormida sobre la manga. Para no perturbar su sueño, tomó unas tijeras y cortó la manga. Al regresar de la mezquita la gata agradecida por la consideración, le hizo una reverencia a Mahoma. El Profeta ha su vez conmovido acaricio tres veces la frente del felino, dejando con el roce de sus dedos la marca de Alá en forma de letra M.   La leyenda dice que Muezza era una gata blanca con un ojo ámbar y otro azul, motivo por el cual, gracias a ella los gatos blancos con ojos disparejos son considerados en Turquí...