La semana
pasada veíamos la capacidad de perros y gatos para distinguir los colores, hoy
vamos a aprender algo más sobre agudeza visual y visión nocturna.
Los lobos y otros cánidos como los perros: como
buenos cazadores nocturnos, cuentan con muy buena visión durante el amanecer y
el anochecer, ya que poseen una gran cantidad de bastoncillos, En estado salvaje, estos momentos del día son
en los que más se movilizan para cazar, actividad conocida como ritmo
crepuscular, característica en la mayoría de los mamíferos carnívoros. Están
muy bien capacitados para detectar movimientos y calcular distancias, pueden
ver en la oscuridad de 4 a 5 veces mejor que el ser humano. Una presa puede
volverse invisible si permanece quieta, incluso si se encuentra a pocos metros,
de hecho muchas utilizan este mecanismo antes de emprender la huida.
Los perros: cuentan con una muy buena
visión durante el amanecer y el anochecer, pues cuentan con muchos más
bastones. En estado salvaje, estos momentos del día son en los que más se movilizan
para cazar, actividad conocida como ritmo crepuscular, característica en la
mayoría de los mamíferos carnívoros. Con respecto a la visión periférica, el
campo visual que abarcan es mucho mayor que el del humano, aunque con la
dificultad de medir distancias. Los perros, como buenos cazadores, son muy
sensibles a la detección de movimientos. Un perro no distinguirá a su amo a una
distancia de 300 metros si permanece inmóvil, pero sí lo detectará si éste
empieza a moverse.
Los felinos: además de un excelente oído
y olfato, disponen también de una visión muy aguda, que les facilita la
búsqueda de los alimentos. Un lince puede ver un ratón a 75 m de distancia.
El gato: tiene una lente relativamente grande, controlada
por músculos más bien débiles. Por lo mismo, no puede enfocar muy bien los
objetos muy cercanos y su visión óptima está entre los 2 y los 6 metros. Los
ojos del gato están destinados a captar la máxima cantidad posible de luz, y la
córnea y la lente son grandes en relación con el resto de dimensiones del globo
ocular. Son también muy curvas y la lente está situada muy atrás del globo en
comparación con el ojo humano. La retina del gato, le permite ver con una luz al
menos seis veces más pobre que el hombre.
El gato necesita muchísima menos luz que el hombre para percibir los
objetos. Sin embargo es incorrecto decir que los gatos ven en la oscuridad:
puede parecernos oscuridad, pero tiene que haber algún indicio de luz para que
el gato vea. Debido al gran número de bastones (dispersos sobre una zona
relativamente grande de la retina) que contribuyen a la señal de un sólo
nervio, la visión felina con luz escasa es un tanto borrosa, no pueden percibir
detalles finos u objetos pequeños. Con luz diurna los bastones se vuelven
inoperantes y el ojo depende de la visión de los conos.
Todas las estructuras que conforman al ojo, como órgano principal de la visión, contribuyen con el proceso de la visión.
La visión varía según la especie animal: muchos poseen una magnífica visión; unos tan sólo distinguen un bulto; otros únicamente pueden percibir los cambios de intensidad de la luz y algunos son totalmente ciegos.
El número de conos y bastones en la retina determina el tipo de visión en las diferentes especies. Se necesitan al menos dos tipos de conos para ver colores.
La visión de un animal responde a sus necesidades; es un factor de supervivencia en el medio natural.
La capacidad de distinguir colores reporta beneficios a los animales, en la alimentación, atractivo sexual, defensa y protección.
Extracto de la monografía La visión y los animales, publicada en www.monografias.com.
Autores:
DMV Sonia del Risco Garcés MSc Profesora de Histología.
DMV Nelson Izquierdo Pérez PhD Profesor de Anatomía Patológica.
DMV Milagros Alonso de León Profesora de Histología.
Departamento de Morfofisiología de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad de Camagüey, CUBA.