Ir al contenido principal

TROY RESPONDE: Y TÚ TAMBIÉN...

La semana pasada os contaba los cambios que mi adopción supuso para el mundo de alrededor; no necesitáis que os diga cuánto cambió mi vida, de pasar hambre y sed y calor y miedo en una perrera (perrera, no protectora, que hay una diferencia abismal), a vivir cómodo, querido, bien cuidado y con la panza llena. Pero también cambió el mundo para mi humana.

Su vida estaba un poco manga por hombro, coincidieron en el tiempo varios sucesos que acabaron casi con su capacidad de resistencia. Cuando yo llegué, mi humana estaba sola y trataba de recuperarse de una enfermedad que había limitado bastante su movilidad.

Tener que ocuparse de mí la obligó a animarse y a ocuparse de ella misma, a salir a la calle y caminar todos los días, por mucho que le costase al principio. Su primer objetivo fue ése, salir conmigo tres veces al día; si el resto del tiempo tenía que descansar, pues poco a poco. El siguiente objetivo fue volver a trabajar; eso costó bastante, incluso algún intento fallido, pero finalmente fue posible. 

Entre medias, mi humana se implicó como voluntaria con la protección animal, tratando de extender su esfuerzo a otros menos afortunados que yo, dentro de sus posibilidades. Y eso también fue un avance, no sólo de ánimo, sino de reincorporación a la vida social: nuevas amistades, nuevos intereses, más cosas que aprender...

Y aquí estamos los dos, afrontando un día nuevo cada vez. A veces intentamos cosas que no nos van bien, pero no pasa nada, rectificamos y probamos de otra manera. Y el mundo, nuestro mundo, ha cambiado.

Tu mundo también puede cambiar, y sólo tú puedes hacer que ocurra.





Entradas populares de este blog

Los osos del parque San Francisco: Petra y Perico

La verdad es que esta entrada bien podría haberla titulado cómo hemos cambiado , pero mejor, yo os cuento quiénes eran Petra y Perico, y ya vosotros si eso sacáis vuestras propias conclusiones. Básicamente para todos los que no somos de Oviedo, y probablemente para gran parte de los ovetenses nacidos a partir de 1976, Petra y Perico, son tan solo dos nombres anacrónicos. Connotaciones diferentes tienen para los que rozan la cincuentena, que son quienes conocen a los osos a los que me estoy refiriendo. Para el resto, profanos todos, os cuento: Allá por la mitad del siglo pasado, para ser más precisos en su ecuador, en el año 1950 un cazador en Somiedo mató a una osa. Parece ser que la osa cayó en un lazo y según las crónicas de la época el bestia del cazador, remató al animal palos, que ya hay que ser bárbaro… La matase como lo hiciera, aquella osa tenía dos esbardos , una hembra, que pasó a denominarse Petra y un macho, que durante su corta vida se llamaría Perico. Ambos osezn

VEN A FRAGGLE ROCK

¡Ven a Fraggle Rock a conocer a Sprocket! Nuestro Niño J Seguimos con la serie “parecidos razonables perrunos” y si la semana pasada le recordábamos a los actuales seguidores de Juego de Trono la existencia de nuestros Huargos particulares, Furia y Colmillo, esta queremos apelar a la nostalgia de la generación EGB presentándoos a nuestro Sprocket, el maravilloso Niño. Supongo que a los Millennials tanto EGB como Fraggle Rock os suene tanto a arameo como a la generación de mis padres el nombre de ElRubius o Yellow Mellow… No importa queridos, lo esencial vais a captarlo en un momento, seguid leyendo J . Fraggle Rock, fue una serie infantil protagonizada por muñecos de felpa que nos deleitó a los treintañeros y cuarentones que fuimos niños en los ochenta. Su musiquilla pegadiza y sus vidas despreocupadas, hacen que formen parte de la nostalgia de lo que en España se ha venido a llamar la Generación EGB.   Los Fraggle junto con el Espinete de Barrio Sésamo, forman parte de nuest

PELIGRO: ¡PULGAS!

Siguiendo con el tema pulgas. Hemos planteado la importancia de la prevención para evitar males mayores, pero a veces aún con todo nuestro cuidado tenemos que enfrentarnos a este ejército del averno. Si por desgracia tienes la mala suerte de enfrentarte a una infestación de pulgas en casa, no dudes en leer esta entrada. Por descuido, mala suerte o una broma del destino, he tenido que enfrentarme en dos ocasiones a la infestación por pulgas, y he de decir que pese a su tamaño no son un enemigo pequeño. Las dos ocasiones, creemos que el foco de infección vino de dos rutas por el monte, como un caballo de Troya cualquiera introdujimos al enemigo en casa. Y ¿qué hacer cuando ya están dentro? Lo cierto es que tras probar con múltiples remedios caseros como fregar con vinagre (toda la casa parecía una enorme ensalada) o esencia de lavanda (parecía que vivíamos en un ambientador de coche), lamento comunicaros que ninguno de estos remedios nos funcionó y tuvimos que destinar todos nuest