Seguimos conociendo a nuestros nuevos voluntarios, hoy os presentamos a Luisa, que llegó en tándem con su sobrina Nadia.
¿Qué haces?
Realizo las tareas propias de un voluntario. Paseo perros, acudo a los stands, participo en campañas de recogida de pienso, voy a los desfiles de adopción y cualquier otra tarea que se necesite. Como no soy nada manitas no puedo ayudar en el mantenimiento de las instalaciones. Ya me gustaría pero es imposible.
No obstante, creo que lo más importante que hago es darles cariño y alguna que otra salchicha ¡que se vuelven locos por ellas!
¿Por qué lo haces?
Supongo que por el mismo motivo que el resto de los voluntarios, por el cariño que siento hacia los animales. Pero que te gusten los perros no es suficiente. Tienes que estar preparada para ir a un albergue, o por lo menos en mi caso así fue. Me costó mucho tiempo –por no decir años– tomar esa decisión. Me daba miedo no estar a la altura, no poder soportar verles en los recintos ladrando y llamando la atención para reclamar una caricia.
Al final te das cuenta de que mirar hacia otro lado no es la solución y que está en tu mano ayudar para que la vida de los perros sea más grata. Algunos llegan a los albergues con experiencias terribles, con miedo y nuestro trabajo es, aunque solo sea por unas horas, prestarles toda la atención que podamos.
¿Que consejos darías a los nuevos voluntarios?
Hay que tomarse muy en serio la labor de voluntario. Saber a lo que vas y comprometerte con las tareas que vayas a realizar.
Cuando sacas a un perro a pasear toda tu atención debe de ser para él. Quizás tire un poco de la correa y no sea ese paseo tranquilo que a todos nos gustaría pero ese es “su momento” y tiene –o mejor dicho tenéis– que disfrutar de ese ratito de esparcimiento. Solo así volverás al albergue al día siguiente con la sensación de que lo que estás haciendo es importante.
Hay que seguir siempre las indicaciones del personal del albergue y pedir consejo a otros voluntarios para asegurarnos de que estamos haciendo lo correcto.
Quizás me he centrado mucho en los paseos pues es lo más habitual, lo que se puede hacer todo el año pero cualquier otra cosa en la que se pueda ayudar es igual de importante y necesaria. Si llevas a un perro a un desfile de adopción le estás dando una oportunidad, si recoges un saco de pienso le estás alimentando y si difundes a los perrinos alguien se fijará en ellos.
Luisa Alvarez