En estos últimos días han llegado al albergue de Langreo veintitantos perros.
Perros tirados a contenedores, perros encontrados en la calle, perros recogidos en el campo, un perro atado a la reja del albergue, junto a la carretera, donde habría pasado toda la noche de no haber parado una conductora que lo vio allí, y tuvo suficiente corazón como para recogerlo y llevárselo a casa hasta el día siguiente.
No vamos a decir lo que tuvo el que lo dejó atado, sin pensar en que pudieran atropellarlo, que algún animal salvaje lo hubiera atacado (en nuestros montes hay jabalís, en efecto), o que el frío hubiese acabado con él durante esa noche en que la helada nos regaló temperaturas bajo cero.
Tampoco vamos a mencionar a quien tiró al contenedor a los seis cachorros que estamos alimentando a biberón.
Pero sí vamos a hablar del problema que supone atender a tantos perros.
No tenemos espacio suficiente, necesitamos casas de acogida, especialmente para los más mayores, que no resisten bien el frío y la humedad.
No tenemos dinero suficiente, necesitamos donativos, dinero, pienso, lo que sea, todos tienen que comer todos los días, y hay que vacunarlos, desparasitarlos, etc.
No tenemos tiempo suficiente, necesitamos difusión para que los perros puedan encontrar un hogar, cuanta más gente los vea más posibilidades tendrán, y no podemos hacerlo solos.
¡Necesitamos ayuda!
Lo que sí tenemos es amor por los animales, dedicación a su bienestar, ánimos para enfrentarnos cada día al mismo problema repetido, y fuerza para seguir luchando por ellos.
Si quieres ayudarnos, hay mil maneras, y todas están en nuestra página web. Pincha aquí para verlas.
Muchas gracias.
CUATRO DE LOS SEIS CACHORROS TIRADOS A UN CONTENEDOR EN LANGREO |