Ya tienes a tu perro, gato, hurón, o lo que sea... sabes en qué te metes, comprendes perfectamente cuáles son las condiciones y aceptas el compromiso y la responsabilidad.
Lo preparaste todo para su llegada, incluido un ajuar completísimo, del que regalarás la mayor parte antes de un mes, porque no lo usas, no es el tamaño correcto, no es práctico, etc.
Y ahora empieza el miedo. Sí, sí, el miedo. Miedo a no ser capaz de alimentarle como es debido, a no reconocer a tiempo los síntomas de alguna enfermedad fulminante, a los accidentes, a no comprender lo que quiere, miedo y miedos variados.
Miedos lógicos, en principio: que se rompa la correa y salga corriendo despepitado y lo atropelle un coche, que la comida le siente mal y vomite y... ¿y si es grave? ¿cuándo puedo correr al veterinario sin parecer una histérica? y muy pronto, miedos menos lógicos que se retroalimentan, se disparan, se expanden y ocupan el mundo entero.
Se ha rascado la oreja dos veces, ¿tendrá una otitis? ahora la otra oreja... ¡ácaros! ¿cada cuánto hay que cortarle las uñas? ¿pareceré tonta si voy a preguntar a la peluquería? Esta diarrea, ¿es normal o tendría que haber llamado ya al veterinario de urgencia? Si se rasca, ¿son pulgas? no veo ni media, pero, ¿las pulgas se ven? ¿qué hago si pilla una garrapata? y así vas subiendo la apuesta... ¿y si se incendia la casa mientras no estoy? ¿y si tengo un accidente de coche y nadie se ocupa de él? ¿y si nos ataca un perro grande? ¿y si entran a robar y le dan un golpe o se escapa y se pierde y...?
Y la otra vertiente... ¿de verdad es feliz? salimos tres veces al día, paseamos y vamos al parque a jugar y corretear, pero, ¿es suficiente? ¿necesitará más ejercicio? ¿debería organizar reuniones con otros perros para que jueguen? ¿le doy suficientes chuches? ¿le doy demasiadas chuches? ¿qué hace cuando no estoy? ¿me echa de menos? ¿cree que no voy a volver? ¿y si me pasa algo y no puedo volver?
Y así hasta llegar a la abducción por extraterrestres pasando por todo lo que se le ocurra a tu cerebro calenturiento y paranoico.
Calma y tranquilidad, todo lo que se te ocurra a ti ya se le ha ocurrido antes a alguien o álguienes, no estás sola (o solo), la mayoría nos angustiamos de vez en cuando, o a tiempo completo. Y no pasa nada, en general no es más que inseguridad e incertidumbre, porque los vemos tan pequeños y tan indefensos y además la sociedad es bastante hostil. Se pasa mal, eso sí. Pero somos muchos en el mismo caso, que no es mucho consuelo, pero ayuda, ¿verdad? ;)
Lelia