Yo no soy un cubo de basura. Muchos humanos, demasiados, sufren una lamentable confusión entre el cubo de la basura y su perro.
No, no es broma. Me refiero a esa gente que, con su mejor intención, le da a su perro el trozo de bocata que no se va a comer, la comida que se queda en el plato, o el tupper de carne o lo que sea que lleva dos días en la nevera y se va a estropear y es una pena tirarlo, y seguro que el perro se lo come.
Al final el perro funciona como cubo de basura auxiliar, traga lo que le echen, y lleva un absoluto descontrol alimentario. Y eso no da buen resultado.
Tanto si nuestra comida es básicamente pienso o comida húmeda industrial, o seguimos la dieta BARF, o cualquier otra, es importante que haya cierta coherencia, y que estemos bien alimentados. No es lo mismo comer que nutrirse y hay que vigilar ambas cosas, porque se puede dar el caso de un perro que esté rollizo y hermosote, pero mal alimentado.
No se trata de que no nos déis un trocito de sandwich, "para probar", o alguna loncha de jamón de york, o una salchicha como premio. Todo eso está bien, y nos encanta. Pero por favor, alimentadnos bien, evitadnos las comidas dulces, y el chocolate, y las grasas excesivas, y desde luego, los alimentos caducados o medio estropeados que nos puedan intoxicar. Por nuestro bien y por el vuestro: si tenemos buena salud, os ahorraréis muchas visitas al veterinario.