Los humanos usamos prótesis y órtesis variadas, a veces casi sin darnos cuenta. Órtesis son los dispositivos que se usan para prevenir o corregir deformidades, o facilitar una función; prótesis, los que sustituyen una parte del cuerpo. Hablamos de ortodoncia, ortopedia, muletas, gafas, lentillas, implantes, prótesis de cadera, férulas, etc. sin pensar mucho en ello, son parte de nuestra vida diaria.
Asumimos que si se nos rompe o desgasta el hueso, nos pondrán una prótesis de cadera o de rodilla; si nos rompemos una pierna, además de la escayola, usaremos muletas durante un tiempo; si perdemos oído, hay audífonos cada vez más pequeños, eficaces y disimulados... pero ¿y los perros? y gatos, caballos, en fin, los animales no humanos en general.
Sin duda es más difícil adaptar órtesis o prótesis a un perro (o a cualquier otro peludo, pero vamos a hablar de perros por simplificar), porque la comunicación es más limitada y no podremos averiguar con exactitud si le es más cómodo así o asá, si está bien ajustado, si debería apoyar el peso en una u otra pata. Sin embargo, el mismo problema existe con los niños pequeños, que aún no tienen desarrolladas al completo las habilidades comunicativas, y no es impedimento para el éxito del "arreglo".
Fotografía cortesía de Ángeles caídos sobre ruedas |
Sin duda es más difícil adaptar órtesis o prótesis a un perro (o a cualquier otro peludo, pero vamos a hablar de perros por simplificar), porque la comunicación es más limitada y no podremos averiguar con exactitud si le es más cómodo así o asá, si está bien ajustado, si debería apoyar el peso en una u otra pata. Sin embargo, el mismo problema existe con los niños pequeños, que aún no tienen desarrolladas al completo las habilidades comunicativas, y no es impedimento para el éxito del "arreglo".
Quizás lo que ocurre es que no estamos educados para considerar esa posibilidad. Los perros tienen 4 patas, así que la ausencia o disfunción de una no causa tanto trastorno como si solo tuvieran 2, como los humanos, ¿verdad? pues depende. Y no solo se trata de extremidades; también hay perros sordos, ciegos, parapléjicos.
Somos animales de rutinas, tanto o más que nuestros perros, y no nos salimos del camino trillado. Por suerte, algunos humanos poseen mentes orientadas a la ingeniería, entendida como el uso de los conocimientos adquiridos en la invención y utilización de técnicas para solucionar problemas. A fin de cuentas, ingeniería debe venir de ingenio, ¿no?
Entre esos humanos, algunos dedican su ingenio y su esfuerzo a resolver los problemas cotidianos de los perros con discapacidades. Gente como el coruñés Jaime Isaac Álvarez García-Mares, que desde su asociación Ángeles caídos sobre ruedas construye prótesis rodantes adaptadas a cada perro.
Poco a poco se van viendo avances en este campo, desde los aros para evitar golpes y dar un poco de seguridad a los perros ciegos, como el que podemos ver en este tutorial de Ortocanis, hasta las prótesis de impresión 3D, con las que se pueden sustituir extremidades, como en el caso de Derby, que podéis ver en este video:
Jaime Isaac Álvarez García-Mares, de Ángeles caídos sobre ruedas. |
Poco a poco se van viendo avances en este campo, desde los aros para evitar golpes y dar un poco de seguridad a los perros ciegos, como el que podemos ver en este tutorial de Ortocanis, hasta las prótesis de impresión 3D, con las que se pueden sustituir extremidades, como en el caso de Derby, que podéis ver en este video:
Esperamos que poco a poco se vaya cambiando la mentalidad de la sociedad, y podamos considerar este tipo de soluciones con naturalidad.