Cuando era niña siempre les pedía a mis padres que me compraran un Yorkshire
Terrier y así, no un perro, porque yo no quería un perro, quería
un Yorkshire Terrier. Leía un montón de artículos sobre ellos, su
pelo, sus posibles complicaciones, su carácter... yo quería un Yorkshire Terrier.
Y no es que no me gustaran todos los perros, para nada, simplemente es que
yo quería ese y de ahí no me sacaba nadie. Pero, entonces, un buen día llegó a
mi vida y casi sin querer una perrina de tamaño mini y personalidad maxi, con
el pelo corto, brillante y negro como el carbón (vamos, casi igual que un Yorki)
y fue como si toda la vida la hubiera pedido a ella y ella me hubiese pedido a
mí.
Recuerdo con especial cariño a esta perrina que me hizo entender, casi sin
ser consciente, por qué no iba a comprar un animal nunca. Recuerdo cuando en el
año 2002 entré en el mismo albergue en el que ahora hago las veces de
voluntaria y me acuerdo de todos aquellos perros sueltos viniendo a recibirnos
y cómo nos pedían un poco de atención... Desde ese día, la idea de un perro
comprado se me fue de la cabeza.
Y se fue de mi cabeza sin ni siquiera saber qué estaba haciendo si compraba
un animal y es que, no puedo concebir que con toda la información que nos llega
a diario sobre los criaderos de animales y la explotación de estos, se sigan
apoyando. No puedo entender cómo los humanos, los más desarrollados
intelectualmente, podemos movernos por la realidad con una venda en los ojos.
De verdad que me parece impresionante cómo un animal puede conectar con un
humano y volverse el mejor compañero que podríamos imaginar independientemente
de su aspecto, o del tuyo... Porque, ¿os imagináis que un perro eligiera a su
dueño por su aspecto físico?
Muchos de mis amigos me preguntan si en el albergue tenemos tal raza o aquella
otra... y a mí, personalmente se me
hincha la vena. Para mí, es como pedir un niño a la carta o juzgar a las
personas que te acompañan por si son más guapos o un poco menos. ¿Os imagináis?
A este no le hablo, que no me gustan los rubios. Absurdo.
Es más, muchas veces no todos los perros encajan con tus necesidades, tus
horarios, tu tiempo, tu personalidad, tus posibilidades… entonces, ¿no será
mejor buscar un perro por sus características psicológicas y no físicas?
Es triste, pero cierto: existe una superpoblación de perros que han sido
abandonados y están obligados a permanecer en refugios y perreras que por
desgracia disponen de espacios limitados y muchos de estos vienen de ahí, de
criaderos, de caprichos que han sido concedidos y al final desechados. Ya que
por moda o por irresponsabilidad, ciertas razas son reproducidas en grandes
cantidades y a consecuencia de una cría inadecuada, terminan en la calle o en
albergues. Me pregunto si esto lícito…
Por cierto, es verdad eso que dicen: "los perros adoptados son mucho
más agradecidos", no es un mito.
Soy consciente de cómo empezó esta práctica y es que en el pasado la cría
era algo funcional: un pastor tenía perros y criaba a las mejores razas para
pastoreo y lo mismo pasaba con los cazadores. Pero, hoy en día, los perros
tienen un rol muy diferente en la sociedad: acompañarnos. Entonces, los
futuros dueños de las mascotas únicamente buscan ciertas características
físicas o psicológicas en los cachorros… Mi pregunta es: ¿cómo llegamos al punto en el que la
apariencia es más importante que la función?
Además de todo esto, algunos criadores (porque voy a darles, en cierta
medida, el beneficio de la duda) están más preocupados por la venta y la
apariencia de los cachorros que por su salud física y mental. Por no hablar de
los problemas que acarrean ciertas razas debido a ser “perros probeta”.
Todos estamos en contra del maltrato, pero… seguimos comprando, seguimos
parándonos a mirar en las tiendas de animales a través del cristal y seguimos
adorando una raza en cuestión.
¿Por qué somos tan hipócritas y seguimos maltratando a través de un
cristal? ¿Por qué seguimos apoyando una práctica que le hace tanto daño a
nuestros peludos?
¿Por qué no le damos más segundas oportunidades a todos aquellos que no han
tenido una buena primera y dejamos de contribuir a la cría indiscriminada de
animales?
¡Gracias por vuestra atención!
¡Gracias por vuestra atención!
¡VALORÉMOSLOS MÁS, POR FAVOR!
Nos están dando su vida.