En octubre pasado María y
Javi, responsables de la sección Yes We Can, nos presentaban a su ahijado Roland.
Tras más de ocho años en el albergue, Roland fue adoptado en marzo de 2014, y
esta semana su adoptante nos envió un correo muy emotivo con fotografías
actuales de Roland... ¡y queremos compartirlo con vosotros!
«Buenos días,
Me llamo Alejandra y me
pongo en contacto en con ustedes porque quería agradecerles a dos voluntarios
de Amigos del Perro en Langreo, María y Javi, todo lo que han hecho por Roland.
Lo adopté hace unos meses,
en marzo, y hace poco he descubierto lo que habían escrito en el blog de la
protectora acerca de Roland, y tan solo quería decirles que tenían razón en
todo: es un perro discreto, tímido, silencioso, pero... es un amor de perro,
cariñoso como el que más y tan dulce!!!!!
Quería darles las gracias
por todo lo que han hecho por él, por quitarle muchos de los miedos que ya no
tenía cuando yo lo adopté y que han facilitado mucho la adaptación mutua,
cuando llegó a casa estaba encogido, asustado, le daban ataques de ansiedad y
devoraba las correas... pero poco a poco, con paciencia y el cariño de todos
que se ha ganado con su dulzura, vamos superando pequeños retos cada día.
Es un perro tranquilo y
hace un par de meses que no le da ansiedad y no muerde nada.
De todo corazón agradecer
lo que hacen cada día que permite que perros maravillosos como Roland no queden
en el olvido, que consiguen darles un hogar y hacen felices a personas poniendo
en su camino a este maravilloso animal.
Muchas gracias de nuevo de
todo corazón, espero estar dándole la vida que se merece por fin...»
Y ésta es la respuesta de
María y Javi:
«Hola
Alejandra,
No sabes la alegría que
nos ha dado recibir tu email, según leíamos el mensaje notábamos como una
sonrisa enorme se iba apoderando de nuestras caras.
Pero no tienes nada que
agradecernos, sobre todo porque en estos momentos y tras leerte nos sentimos un
poco farsantes. Nosotros somos la cara amable que desde ese púlpito improvisado
que es el blog nos da una visibilidad que en realidad no nos merecemos.
Hemos compartido desde
luego muchas tardes con Roland. Hemos tomado muchos cafés, nos hemos ido de
cañas, hemos hecho muchos kilómetros con el perro a nuestras espaldas. Hemos
compartido noches, y miedos y paseos, pero todos esos momentos juntos no son
nada si lo comparas con los ocho años que Roland pasó en la protectora.
Nosotros somos como ese progenitor divorciado que con otra familia y otra vida
a sus espaldas saca a sus hijos de la rutina algunos fines de semana.
Está bien hecho, luce
mucho, pero eclipsa la labor continuada y la entrega de todos los voluntarios
que semana tras semana sacaron a pasear a Roland, lloviese, hiciese frío, fuese
o no puente.
Sin pretenderlo
oscurecemos el papel de los trabajadores que día tras día le dedicaban a él y a
sus doscientos hermanos postizos dos minutos de su tiempo para que siguiese
confiando en las personas. Son ellos y no nosotros quiénes se merecen tus
palabras de ánimo.
Yo me alegro un montón de
sus progresos, siento que me hincho como un pavo real al leerte y saber de sus
avances, de confirmar que como me pasó a mí, Roland se te ha agarrado al
corazón, traspasando toda coraza con su dulzura silenciosa.
Estoy segura de que está
teniendo la vida que siempre se mereció. Tuvo que esperar un poco, no era su
momento, solamente tenía que aguardar hasta que le salieses al encuentro.
Soy yo la que te agradece
y te agradecerá eternamente que existas, la que celebra que no seas una rara
avis y que no estés en peligro de extinción.
Sois gente como tú,
quiénes le dais sentido a todo esto. Sin vosotros, sin ti, no sería solo Roland
sino otros muchos los que estarían condenados al ostracismo. Gracias a ti, no
perdemos el rumbo ni la esperanza. Gracias, mil gracias, por tus palabras, por
tu aliento, por contarnos como Roland progresa adecuadamente, por darle sentido
a nuestra vida y visibilidad a otras realidades que muchas voces se empeñan en
negarnos.
Gracias Alejandra, os
deseamos toda la felicidad del mundo a ti y a nuestro querido ahijado.
Parabienes. ¡Sed felices!
Un fuerte abrazo,
María, Javi y
Nanda
P.D. Está precioso en las
fotos. Dale recuerdos a Roland de su familia postiza.»