Los animales con los que
convivimos pueden albergar parásitos tanto externos como internos, algunos de
ellos pueden transmitir o provocar enfermedades tanto en nuestros animales como
en nosotros que convivimos con ellos, por eso es tan necesario desparasitar
periódicamente a nuestros animales con los productos adecuados. El veterinario
es la persona que nos informará y prescribirá el producto y el calendario más
adecuado para cada caso.
En lo que se refiere a
parásitos externos ya hemos hablado de ellos en otro post, por lo que ahora
vamos a informar sobre los parásitos internos.
Los Parásitos internos
viven en el interior del cuerpo, principalmente en los intestinos, aunque
pueden tener otras localizaciones.
Se pueden dividir en tres
grupos:
-Tenias o gusanos planos
-Parásitos microscópicos
-Gusanos redondos
Los parásitos afectan a
nuestros perros y gatos de diferente manera según la edad de los mismos, así en
los cachorros pueden causar cuadros de desnutrición por una elevada carga
parasitaria y los vómitos y diarreas con los que se suelen acompañar. También
pueden producir obstrucciones intestinales ya que a veces hay auténticas
marañas de gusanos, los cuales llegan a taponar el intestino. También es
habitual que tengan un abdomen muy aumentado y a la vez estar delgaditos, o un
mal aspecto del pelo.
En los perros adultos
pueden originar cuadros digestivos además de ser reservorios que den lugar al
contagio en otros animales. Hay parásitos que pasan directamente de la madre al
feto en la gestación o al cachorro a través de la leche. También van a eliminar
sus huevos en las heces y esto facilita el contagio en otros animales e incluso
en los seres humanos, sobre todo los niños y personas con las defensas bajas.
En muchas ocasiones los
animales con lombrices no presentan ningún síntoma. Cuando la carga de
parásitos es importante pueden aparecer vómitos, diarreas o pérdida de peso. No
en todos los animales parasitados vamos a encontrar lombrices en las heces, no
tenemos que esperar a encontrarlas para tratar al animal. El tratamiento frente
a los parásitos internos debe enfocarse a su prevención.
Protocolo de
desparasitación en perros.
Cachorros: Han de ser
desparasitados antes de comenzar la vacunación y, según el riesgo de
parasitación que haya, se harán desparasitaciones sucesivas antes de las
siguientes vacunas. Una vez finalizadas éstas, se seguirá la misma pauta que la
recomendada para adultos.
Adultos: La
desparasitación se realizará de manera periódica durante toda su vida, al menos
cada 3 o 4 meses.
Protocolo de
desparasitación en gatos.
Cachorros: Deben
desparasitarse cada dos semanas entre las 6 y las 16 semanas de vida.
Adultos: Al igual que en
los perros, se deben desparasitar cada tres meses aproximadamente.
La desparasitación no es
una vacuna. En el momento de realizarla se eliminan los parásitos que están
dentro del animal pero no previene futuras infecciones por lo que es
recomendable seguir el calendario que establezca el centro veterinario.
No hay que olvidar que si
tenemos varias mascotas en nuestro hogar hay que realizar la desparasitación de
todas al mismo tiempo.
Repercusión de los
parásitos internos en la salud de las personas.
Algunos parásitos internos
pueden ser transmitidos a las personas y provocar enfermedades. Casi todos
hemos oído hablar del quiste hidatídico, que es una enfermedad muy grave en las
personas y que se transmite por el contacto con los huevos de la tenia
Equinococcus granulosus.
La toxoplasmosis es otra
zoonosis, especialmente importante para las mujeres embarazadas: se transmite
por los huevos que pueden ir en las heces de los gatos infectados.
Sin embargo hay que
recalcar algo MUY IMPORTANTE: Tanto la
hidatidosis como la toxoplasmosis se transmiten por contacto con los huevos de
esos parásitos, que son eliminados por perros o gatos, pero no necesariamente
por nuestros perros o gatos. A día de hoy, si tenemos a nuestros animales
controlados, es más peligroso comerse una verdura, por ejemplo una lechuga mal
lavada, que tener un perro o un gato en casa. Una verdura mal lavada sí que
puede llevar huevos de esos parásitos y ocasionar el problema sin que hayamos
tenido ningún contacto con un animal.
Cómo prevenir el contagio
-Evitar zonas donde haya
acumulación de excrementos de animales.
-Si sospechamos que un
animal puede estar contagiado evitaremos el contacto con éste.
-Lavarse las manos y la
cara frecuentemente si convivimos con animales.
-No llevarse las manos a
la cara tras haber estado tocando animales u objetos en contacto con ellos.
-Retirar los excrementos
de manera inmediata o lo más rápido posible.
-Limpiar los utensilios y
accesorios de nuestra mascota.
-Lavar frutas y verduras.
-No dejes que tus mascotas
beban agua de zonas estancadas o donde hayan bebido otros animales.
Sin olvidar que aunque
nuestros perros y gatos no salgan de casa es posible que puedan coger parásitos
ya que nosotros mismos podemos introducirlos en el hogar a través de nuestros
zapatos, por ejemplo. La desparasitación es un acto sencillo y con una sola
toma se controlan la mayoría de los mismos.
Si queremos que nuestras
mascotas disfruten de un completo bienestar tendremos que prestar atención a su
salud.
La desparasitación interna
forma parte de esa salud, no solo para el animal sino también para su dueño, y
no debemos pasarla por alto, es más, debe convertirse en algo obligatorio.
Preguntad a vuestro
veterinario de confianza por la pauta de desparasitación que mejor se adecua al
caso de vuestra mascota y no olvidéis seguir sus instrucciones.