El American Kennel Club describe así la raza:
Grupo de no cazadores, raza
reconocida en 1930.
Perro mediano y robusto, el
Keeshond posee las características de otras razas del norte: expresión astuta, capa
separada y cola poblada y “emplumada” llevada sobre la espalda. Su coloración
es una mezcla de gris, negro y crema, con variaciones de más claro a más oscuro,
y “antifaz” distintivo, marcas y sombras en el área de los ojos, incluyendo una
delicada línea oscura desde el ojo hasta la oreja y cejas expresivas.
Breve historia
Prácticamente sin cambios
en los dos últimos siglos, el Keeshond desciende de la misma línea ártica que
el Samoyedo, Chow Chow, Elkhound noruego, Spitz finés y Pomerania. El Kees
sirvió originalmente como perro de vigilancia en barcas fluviales, barcazas y
granjas. Especialmente popular en Holanda a finales de la década de 1700, la
raza se convirtió también en símbolo del Partido Patriótico Holandés, y su
líder Kees de Gyselaer, que poseía un perro llamado Kees y por el que se nombró
la raza. Cuando el partido Patriótico fue derrotado, el Keeshond se hizo raro
en Holanda hasta que reapareció un siglo más tarde, esta vez también en
Inglaterra y Estados Unidos.
Compañero cariñoso y de
buen carácter, el Keeshond es extrovertido y amigable con la gente y los perros,
y sigue el ejemplo de sus propietarios al dar la bienvenida extraños. Los
perros de esta raza aprenden rápidamente y tienen mucha energía, por lo que
requieren ejercicio diario. Es suficiente cepillarlos dos veces por semana.
Y esto es lo que nos
cuenta Pilar García, apasionada del Kees, Samoyedo y Teckel:
Por mucho que se lea y te
cuenten sobre el Keeshond, este pequeño-gran perro ha sido una grata sorpresa
en mi vida, nunca deja de sorprenderme.
Su aspecto puede llevarnos
a engaño: aspecto glamuroso, pelo exuberante, buen relaciones públicas... pero
no es lo que a simple vista se ve.
Aunque puede vivir con una
familia, es perro de un ÚNICO dueño, el "perro-garrapata". Siempre
pendiente de su amo pero vigilante ante la presencia de extraños, no dudará en
defender a su propietario ante una situación complicada.
Puede vivir en pequeños
espacios, aunque no lo recomiendo para piso si no puedes dedicarle tiempo.
Bajo su aspecto rechoncho
se esconde un perro valiente, ágil hasta límites insospechados, incansable
(perfecto para practicar parkour canino).
Un perro valiente, temerario, siempre al borde del precipicio, esto a veces
hace que me lleve un buen susto.
Un perro NO APTO para
personas sedentarias y escasas de paciencia.
Inteligente y fácil de
adiestrar, pero cuidado: como buen Spitz, su carácter es especial, aprende
rápido pero si algo no le divierte o no le interesa optará por sentarse, mirarte
a los ojos, sonreír y se saldrá con la suya.
Perro extremadamente
sensible, lo peor que le puede pasar es que su dueño le grite o le ignore.
Es el compañero perfecto, se
adapta a las circunstancias, eso sí, siempre en compañía de su dueño.
Keeshond, una raza por descubrir,
una raza para disfrutar. El perro que dará emoción a tu vida, no hay lugar para
el aburrimiento con un Kees.
Nota:
Las fotografías que ilustran este artículo han sido cedidas por Pilar García,
que ha autorizado su publicación en este blog, y tienen todos los derechos
reservados.