Silvia de la Vega
Etología Veterinaria
Si tienes gato y estás
pensando en quedarte embarazada, quizás te habrán surgido muchas dudas. Incluso
es probable algunas personas te hayan recomendado deshacerte de tu gato, porque
pueda trasmitir enfermedades o hacer daño al bebé.
La creencia de que gatos y
niños no son compatibles, aunque todavía bastante extendida, es infundada. Simplemente,
igual que vas a tener que tener en cuenta una serie de recomendaciones sanitarias
generales y vas a tener que adaptar todos los otros aspectos de tu vida a la
nueva situación, deberás hacer lo mismo con tu gato.
En cuanto a
consideraciones sanitarias, procura que tu gato esté al día de vacunaciones y
desparasitaciones, tanto internas como externas.
Hablemos ahora de
toxoplasmosis. Es una enfermedad que resulta benigna si la padecemos los
adultos, quedando inmunizados de por vida (el 25-50% de la población española
lo es ya), pero que puede ocasionar
graves trastornos e incluso la muerte en el feto.
Puesto que los gatos trasmiten
esta enfermedad, algunas personas pueden recomendarte deshacerte de tu gato, si
no estás ya inmunizada frente a toxoplasmosis. Sin embargo, como ahora verás,
esto no es necesario y los mayores expertos en medicina felina, tanto a nivel
mundial como nacional, se esfuerzan por hacer posicionamientos públicos para
desmitificar esta situación.
Gemfe (Grupo de Estudio de
Medicina Felina de AVEPA):
En primer lugar, el riesgo
de contraer toxoplasmosis no es mayor en personas que tienen gato o trabajan
con gatos, ya que la mayor fuente de contagio es el consumo o manipulación de
carne cruda o poco hecha, y de vegetales mal lavados (así como la manipulación
de utensilios o superficies en contacto con ellos).
En segundo lugar, los
gatos sólo diseminan la infección a través de las heces durante unas 3 semanas
tras contagiarse ellos mismos. Después de eso, quedan como portadores pero ya
no pueden contagiar (salvo que te los comas crudos o poco hechos) y permanecen
inmunes a reinfecciones de por vida. Los gatos contraen la infección de sus
madres, o bien si salen al exterior y pueden cazar. En un gato de interior que
come comida comercial, el riesgo de contagiarse es mínimo.
En tercer y último lugar,
cuando los gatos diseminan la enfermedad, durante esas primeras semanas, a
través de las heces, éstas necesitan estar entre 1 y 5 días en el ambiente para
volverse contagiosas para ti, por lo que retirarlas de la bandeja a diario
(bien por otra persona de la familia, o bien, si no hay nadie más, por la
embarazada siempre portando guantes) es una medida suficiente de seguridad en
lo referente a tu gato, que se complementa con una desinfección de la bandeja
con agua hirviendo y las recomendaciones generales de lavarse las manos, etc.
Estas medidas están indicadas, en cualquier caso, tanto si estás inmunizada de
toxoplasmosis como si no.
Puesto que las
precauciones respecto a tu gato son las mismas, tanto si hay riesgo como si no,
no es imprescindible pero, si lo deseas, puedes realizar las siguientes pruebas
en tu veterinario: Un análisis coprológico para saber si en ese momento está diseminando
la enfermedad a través de las heces, y un análisis de sangre, que puede
requerir ser repetido a las 3 semanas, que te dirá si tu gato no ha contactado
nunca con la enfermedad (por lo que en el futuro deberás protegerlo), lo ha
hecho recientemente (y está en riesgo de trasmitirla) o lo hizo en el pasado (y
está inmunizado).
Recuerda, en la prevención
de la toxoplasmosis el mayor riesgo no está en tu gato, sino en el resto de los
gatos del planeta, que pueden contaminar vegetales y, a través de ellos, carnes
que tú llegues a consumir o manipular. Ten en cuenta que la arena/tierra (en
jardines, etc.) también puede estar contaminada.