La
prevención es fundamental para evitar los accidentes.
Antes de traer a casa a tu perro, es conveniente que sepas dónde están los
mayores peligros:
— Alfombras:
no es sólo que el perro pueda estropearla por la vía de orinar, vomitar, etc.,
es que además puede masticarla, tragarse los hilos y tener serios problemas de
asfixia o digestivos. Esto es aplicable a cualquier otro tejido que pueda
morder.
— Cables:
los cachorros en particular tienden a masticarlos, cuando les están saliendo
los dientes; peligroso para el cable, y mucho más para el perro, y no sólo por
la electricidad, puede tirar del cable y el aparato del que sale caérsele
encima.
—
Objetos
pequeños: mucho cuidado con monedas, canicas, juguetes,
cualquier cosa que pueda tragarse y quedársele atascada en la garganta o en el
intestino.
— Medias:
le atraen porque huelen a ti, pero puede tragárselas y quedársele atascadas en
la garganta o el intestino.
— El
cubo de la basura: sumamente atractivo... y terriblemente
peligroso.
— Productos
de limpieza e higiene: lejía, detergentes, champú... la lista es
interminable, y no hay que olvidar las compresas y tampones, que por su
capacidad de absorción, provocarían obstrucción intestinal.
Poner todas estas cosas fuera de su alcance es muy importante,
sobre todo al principio; después, lo ideal es educarle para que no mastique los cables, no se acerque al cubo de
la basura, etc.