El perro es un ser vivo y social y hay que aprender a tratarlo
cubriendo sus necesidades básicas: comida y bebida, descanso, comunicación,
libertad, relaciones sociales y ejercicio.
ALIMENTACIÓN
No debemos darle sobras de
nuestra comida, ya que no es una alimentación equilibrada para su desarrollo,
ni para preservar su salud. Hoy en día existen gran cantidad de piensos
preparados para que el perro esté bien alimentado.
Para el crecimiento adecuado de
los cachorros es fundamental darles un pienso de buena calidad, y de alta
digestibilidad, que favorezca la asimilación de los nutrientes. La ración será
la recomendada en función de la edad y del ejercicio físico del perro.
Un alimento de calidad
insuficiente puede provocar la aparición de deficiencias físicas importantes, y
un pienso con exceso de grasas, carbohidratos y proteínas, además de obesidad,
puede derivar en la aparición de diversas enfermedades.
Se puede observar en esta foto las
consecuencias de una alimentación deficiente, no sólo por el escaso peso del ejemplar, si no por el estado de su pelo que muestra síntomas de enfermedades
de la piel.
Los perros comen siempre a la
misma hora, lo que nos ayudará a controlar sus necesidades. De esta forma te
puedes organizar el día, la comida y el paseo con más facilidad.
No hay que dejarle nunca el plato
lleno a rebosar para que coma cuando quiera. Se le pone la comida y si no la
come, a los 15 minutos aproximadamente se le quita, así aprenderá a comer sin
entretenerse.
Tenemos que dividir la ración diaria en varias veces dependiendo de la edad del perro. Si es cachorro (hasta 1 año de vida) se le repartirá el pienso en 3 veces y si es adulto serán dos veces las que coma.
Siempre tiene que tener agua
limpia y fresca a su disposición, esto es muy importante mucho más en verano, y
asegurarse que el recipiente no pueda volcar. También es recomendable que el
perro coma el primero, así será más fácil que esté más tranquilo mientras comemos.
Hay
determinados alimentos que no se deben dar a los perros, sin ser exhaustivos en
la enumeración, los huesos, especialmente los de ave (pueden hacerles heridas
en la boca, y provocar perforaciones de estómago e intestinos), el chocolate
que es tóxico, la leche y sus derivados (muchos no toleran la lactosa), comida
de humanos (no contiene los nutrientes adecuados a su desarrollo y no es una
alimentación equilibrada).
Si
queremos premiar a nuestro perro, resultan atractivos los huesos artificiales y
las galletas especiales para ellos. Ambos premios contribuyen además a la
limpieza bucal.
La alimentación equilibrada y el
ejercicio físico prevendrán la obesidad en nuestro perro, cuestión importante
si queremos evitar enfermedades como artritis, diabetes, enfermedades
respiratorias, etc.
SILVIA GONZÁLEZ
Cuidadora de animales
acreditada por la Consejería de Agroalimentación del Principado de Asturias
Secretaria del Patronato de la Fundación Amigos
del Perro