TUNEANDO MARCOS DE MADERA: RECICLAJE EN TIEMPOS DE CRISIS.
Hoy traemos una idea para
reciclar marcos o cuadros viejos y reconvertirlos en artículos nuevecitos,
relucientes, y vendibles.
Como ejemplo, la
reconversión de unos marcos de madera bastante escacharrados, y que en origen,
tenían unas láminas bastante espantosas. Desmontados y lijados, empezamos con
una capa fina de gesso (imprimación todo terreno), otra pasadita de lija, otra
capa de gesso... y así hasta que el color original haya desaparecido por
completo. Generalmente basta con dos manos de imprimación. Luego, la pintura.
En nuestro ejemplo, simple pintura blanca acrílica. Dos manos, con otra pasada
de lija entre ellas.
Los puntos fundamentales
son: lijar entre capa y capa (no después de la última capa de pintura), limpiar
bien después de lijar para que no quede polvillo, y dejar secar perfectamente
cada capa antes de aplicar la siguiente.
Ya tenemos listos los marcos, así que vamos a transformarlos en unos bonitos cuadros únicos y originales. ¿Con qué? Pues con unos retales de tela de Ikea, montados sobre un cartón grueso y sujetos por detrás con cinta de carrocero (cinta adhesiva de papel, de la que se usa para pintar).
Por supuesto, podemos hacer lo mismo con una fotografía, una lámina impresa, un dibujo... las posibilidades son infinitas. Ya pintados y secos, a probar que parte de la tela queda mejor enmarcada y en que sentido.
Colocamos la “lámina” en
el marco, rematamos la trasera con una cartulina o papel kraft, y lo sujetamos
todo con cinta de carrocero o cinta kraft adhesiva si tenemos. Si es preciso,
añadimos un cáncamo (ese chisme que se atornilla y sirve para colgar el cuadro,
sí) en la posición correcta (es importante medir para que quede bien centrado).
Nota: Este reportaje se publicó inicialmente en Cluberas y en Artesanas Solidarias.