Jorge Ceferino Fernández
Cuesta es Coordinador General de A.VI.S.P.A., ex-Presidente de la Sociedad Protectora
de Animales de Mieres, ex-Director del Albergue de Animales Abandonados de
Mieres, Guía canino en seguridad privada... y puedo seguir así hasta aburriros.
Jorge escribe
habitualmente en este blog, así que ya le conocéis. Además de todo esto, organiza
campañas de divulgación y de protección social, y asesora a entidades de
protección animal.
¿QUÉ
HACES?
Hace más de 25 años que colaboro,
bien de forma activa y directa, como responsable de Sociedades Protectoras y Albergues
o indirecta, como en la actualidad, a través de otras Asociaciones como AVISPA
ASTURIAS (Asociación de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias), organizando
actos, campañas, donaciones de alimentos a beneficio de los animales abandonados
en Asturias, seminarios de adiestramiento, etc., encaminadas todas estas actividades
a intentar mitigar, dentro de nuestras posibilidades, la problemática de los animales
de compañía, sobre todo su defensa, tenencia y protección.
¿Por qué
lo haces?
Cuando alguien ha tenido
tanta implicación, incluso desde el punto de vista profesional, con el mundo de
los animales de compañía, pero sobre todo desde el aspecto del trabajo en Sociedades
Protectoras y en la defensa jurídica de los mismos, siempre, aunque desde otros
ámbitos, que surge la ocasión, resulta prácticamente imposible negarse a
prestar tu colaboración para cuantos eventos se organicen, como digo, en
beneficio de ellos o de quienes impulsan estas causas. Es algo innato, fluye
sin obligación.
¿Qué
consejo darías a los nuevos voluntarios?
Aún cuando la labor de los
voluntarios es encomiable y digna de ser alabada, absolutamente necesaria e imprescindible,
sobre todo en la actualidad, en ocasiones, son grupos poco constantes en el
tiempo, salvo excepciones, ya que en la gran mayoría de las ocasiones la labor
es ingrata y poco reconocida. Esto, deben tenerlo en cuenta los responsables de
los Albergues. Lo ideal sería tender hacia la profesionalidad de los mismos, harto
difícil por la situación de crisis que padecemos y los escasos recursos públicos
que se destinan para los centros de protección. Recomendarles, en tal caso, paciencia,
mucha paciencia, aguante y capacidad para evitar caer en el desanimo.