¡CUERPO
A TIERRA!
En el lenguaje corporal canino, tumbarse con las patas hacia delante, o
levantando los cuartos traseros (“en pompa”), o ambas, es una invitación a jugar. Los más exaltados
incluso darán palmadas con ambas patas delanteras en el suelo, y se desplazarán
en saltitos laterales. El invitado aceptará o no la invitación, siempre y
cuando esté sociabilizado, es decir,
conozca el lenguaje de los perros.
Parece un contrasentido,
pero no lo es: los perros no nacen sabiendo todas las señales sociales de su especie; los humanos mucho menos. Como
nosotros, necesitan relacionarse con otros perros para aprender ese lenguaje,
que equivale a los modales, la etiqueta
social que les permite interactuar sin fricciones.
Así, el perro aprenderá a
ponerse de lado o de espaldas ante otro can que parezca agresivo, como
indicativo de que no busca conflictos; a
tumbarse cuando quiere jugar, etc. Del mismo modo, aprenderá a sentarse para
que le demos un premio o a pasear sin tirar de la correa.
El mecanismo de aprendizaje es el mismo, y su motivo también: la adaptación al medio. Observarles
atentamente nos servirá para detectar señales, gestos y posturas que nos habían
pasado desapercibidos hasta ahora.
Si quieres ampliar tus
conocimientos, encontrarás útil e interesante el libro “El lenguaje de los perros: Las señales de
calma”, de Turid Rugaas.
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infalible que quieres compartir, escríbenos. Y si tienes una duda o pregunta,
también. Periódicamente publicaremos vuestros trucos y las preguntas con las
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