UN ESTUDIO CONFIRMA LOS BENEFICIOS
DE LA TENENCIA DE PERROS EN FAMILIAS CON NIÑOS AUTISTAS
Casi todos sabemos que
crecer con perros (o gatos, caballos...)
ayuda a los niños en su educación, desarrollo emocional, sistema inmunológico, etc.
Desde el punto de vista social y afectivo, los animales nos dan un amor total,
no nos juzgan, para ellos somos los más guapos, los más simpáticos, los más...
todo.
Los niños autistas, que tienen
más problemas para relacionarse con el mundo que les rodea, se benefician especialmente
de su relación con los animales, como nos confirma el último estudio sobre el
tema:
El 14 de abril de 2014 la
oficina de prensa de la Universidad de Missouri (U.S.A.) comunicó el resultado del estudio publicado en el
Diario de Enfermería Pediátrica, y que forma parte de la tesis doctoral de Gretchen
Carlisle, referido a la decisión de tenencia de mascotas para padres de niños autistas, que determina
claros beneficios de la convivencia con perros.
Carlisle entrevistó a 70
familias con hijos autistas, pacientes del Centro Thompson para el Autismo y
Enfermedades de Desarrollo Neurológico de la Universidad de Missouri. Casi dos
tercios de las familias estudiadas tenían perros, y de éstos, el 94% informó
que sus hijos autistas estaban muy unidos a sus perros. Incluso en las familias
sin perros, el 70% de los padres manifestó que a sus hijos autistas les
gustaban los perros. Muchos padres con perros dijeron que habían elegido
específicamente perros por los beneficios que suponían para los niños autistas.
Carlisle dice: «Los niños
autistas luchan para interactuar con otros, lo que les dificulta hacer
amistades. Estos niños pueden beneficiarse especialmente de la relación con
perros, que les darán compañía y amor incondicionales. Los perros pueden ayudar a los niños autistas
actuando como lubricante social. Por ejemplo, los niños autistas pueden tener
dificultades para interactuar con otros niños del vecindario; si les invitan a
jugar con sus perros, entonces éstos pueden servir de puentes que ayudarán a los
niños autistas a comunicarse con los otros niños.»
Carlisle recomienda a los
padres, además de considerar cuidadosamente las características de sus hijos
antes de elegir un animal, implicar a sus hijos autistas en la elección de un
perro. También, aunque su estudio se
centra en las familias con perros, invita a considerar la elección de gatos,
caballos o conejos, dependiendo de las condiciones particulares de cada niño,
su sensibilidad e intereses.
Rebecca Johnson, directora
de ReCHAI (Centro de Investigación para la Interacción Humana-Animal de la
Facultad de Veterinaria de la Universidad de Missouri), señala que este estudio
añade credibilidad científica a los beneficios de la interacción humana-animal,
y ayuda a comprender el papel de los animales de compañía en mejorar la vida de
niños autistas, y facilita a los profesionales sanitarios guiar mejor a las
familias al elegir a los animales que van a integrarse en ellas.