Creo que fue estas Navidades, cuando en este mismo blog, se
publicó una muy acertada entrada con ideas para regalar a un niño amante de los
animales, “REGALOS DE REYES PARA NIÑOS AMANTES DE LOS ANIMALES”:
En la misma, se enumeraban geniales iniciativas para fomentar
la adopción responsable frente a la compra irreflexiva, y llevo desde entonces
con la idea de completar esas recomendaciones añadiendo el fomento de la
lectura.
Entre algunos libros que recuerdo haber leído de pequeña, se
encontraba la increíble colección de Barco de Vapor, con su distinción de
colores en función de la edad a la que estaba destinada: Blanco: de 6-7 años; Azul:
entre 7 y 9 años; Naranja: de 9 a 12 y Roja: de 12 años en adelante
Recuerdo varios títulos que me encantaron, Fray Perico y su borrico, La nariz de Moritz, La abuelita Opalina, o El
pirata garrapata, pero entre todos ellos recuerdo con especial cariño Gran Lobo Salvaje. Es ésta la historia
de un cachorro que es abandonado y mientras busca el gran oráculo canino,
representado como el Gran Lobo Salvaje antepasado de todos los canes, se va
tropezando con distintos perros, de edad, condición y raza que comparten
destino por haber sido abandonados.
Es un libro bonito y duro al mismo tiempo. Escrito para
transmitir grandes valores, y redactado en un lenguaje tan pulcro, delicado y
directo que pese a dirigirse a una franja de edad tan corta puede ser leído por
adultos. Es un cuento que se te cala en los huesos y en la conciencia, transcrito
con amor, permitiendo sobre todo que los niños empaticen con el animal y
comiencen a verlo como el ser vivo que es y no como el juguete en el que a
veces los adultos lo convertimos.
Me ha alegrado mucho hacer este ejercicio de nostalgia,
visitar la página de SM y volver a verlo. Saber que sigue allí, treinta años
más tarde quiere decir que sigue construyendo un mundo mejor a través de sus
páginas, educando a los niños para convertirlos en los adoptantes responsables
del futuro.
Podéis echarle un ojo aquí:
Y por supuesto tenéis toda la colección aquí:
Como dice el proverbio:
Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera;
olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
Según esto, los libros no son tan diferentes de los perros
¿verdad?
www.amigosdelperro.org